EQUILIBRANDO: Alimento, Emociones y Espiritualidad

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LAS SEMILLAS DE GOJI ¿NOS PODEMOS "FIAR" DE ELLAS?

Pueden comerse crudas, pero se considera más saludable tomarlas en zumo, maceradas en vino, en infusión o en tintura. Las bayas goji pertenecen a dos especies arbustivas de la familia de las solanáceas muy cercanas entre sí: Lycium barbarum y Lycium chinense . 
Se desconoce su origen exacto, pero parece que se extendieron desde el sudeste de Europa hasta el sudoeste de Asia. En la actualidad se dan en muchas regiones del mundo, sobre todo en las Islas Británicas, donde fueron introducidas en el siglo XVIII. Aunque crecen con facilidad incluso en casa y una sola planta puede llegar a producir más de un kilo de bayas en su segundo año, China es el único país en el que se cultivan de forma masiva con fines comerciales. Desde principios del siglo XXI las bayas goji se han ido introduciendo en los mercados occidentales, donde eran prácticamente desconocidas hasta fecha reciente, cuando se han convertido en un producto de moda alabado por varias estrellas del espectáculo.
¿Qué propiedades poseen para que tanto sus bayas como sus hojas y su corteza estén dando lugar a gran profusión de productos elaborados con ellas? “Riqueza nutritiva y numerosos antioxidantes”, dicen quienes divulgan las bondades de este producto, que en los herbolarios se vende bajo diferentes nombres, entre ellos “bayas del Himalaya“ y “bayas tibetanas“. Estas denominaciones se prestan a confusión, ya que dan a entender que proceden de esas regiones, cuando las bayas que se comercializan en los mercados europeos y americanos proceden en su mayor parte de las montañas de Tian Shan (China) y del interior de Mongolia. Las bayas más reputadas se denominan comercialmente “diamantes rojos” y se cultivan en las llanuras ricas en limo del Río Amarillo, en la región china de Ningxia. Al margen de su procedencia, lo más importante es asegurarnos de que su cultivo sea biológico. La gran demanda que ha experimentado este producto incide negativamente en este sentido, ya que para no perder las cosechas debido a las plagas se recurre a los pesticidas. Aunque la demanda de productos biológicos en Occidente está haciendo que en China se valoren más los cultivos que puedan certificarse, no todos ofrecen las mismas garantías. Es difícil saber hasta qué punto son biológicos los productos asiáticos que se exportan aunque vengan certificados. Algo similar sucede con la información comercial sobre las bayas goji. La mayoría de los productores les atribuyen propiedades que van más allá de la verdad, si bien cada vez son más numerosas las investigaciones científicas que confirman su riqueza en nutrientes. Como quiera que en Occidente no todas las investigaciones sobre este producto han sido verificadas científicamente y confirmadas en estudios clínicos, acaso sea prematuro atribuirle tantos beneficios como sugieren muchos comerciantes al calificarlo de “milagroso” y de “super-fruta”. No obstante, constituye una deliciosa opción nutritiva a la que recurrir como tentempié, infusión o incluso para aromatizar diversos platos de verduras y cereales.
 Las que tienen un intenso color rojo anaranjado han sido tratadas con sulfitos

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