Diría que no existe ningún niño, ninguna niña que de adulto no lleve “su niño interior” herido dentro de su ser. Probablemente en
nuestra infancia nos han dicho y visto alguna cosa, o más de una, que ha mermado
nuestra autoestima.
Nuestros padres
todo cuanto hacen, dicen, se comportan y dan, es en la medida que ellos saben y lo hacen con absoluto amor. Se
comportan igual o de parecida manera en
que ellos a su vez, han recibido de sus progenitores... ¡es una cadena!. Y probablemente nosotros también tendremos
patrones aprendidos que pasaremos de manera inconsciente a nuestros hijos..

Evidentemente, no hay que ignorar algún padre o madre que
odia a sus hijos porque consideran que han venido al mundo a fastidiarles la
vida. También existen padres que pese a
recibir malos tratos supieron recomponerse y no pasar esos patrones a sus
hijos. Pero estoy hablando en términos globales
.
¿Qué pasa con ese
niño o niña heridos?. Pasa que para poder sobrevivir en el ambiente de su
hogar y familiar? Va cogiendo unas
pautas de pensamiento, sentimientos y de acción; con lo que va
generando, unas creencias automáticas que les
permite adaptarse al sistema y que quedarán
en su psique y en su organismo totalmente somatizadas.
Con los años va a
vivir y actuar siempre con esas creencias aprendidas de sus padres
más, las que a él le han permitido desarrollarse. Con cada estímulo que
reciba y se asemeje a los que recibía en
su infancia, los transpola a diferentes situaciones que ya nada tienen
que ver con su hogar, ni con su familia. Y
Responde de igual manera, en sus
relaciones personales, laborales, de pareja…
¡ Este modus operandi ya no le sirve de adulto!. Está viviendo
otro tiempo, otras circunstancias diferentes,
personas distintas… Pero siente lo
mismo que cuando era pequeño!. Siente miedo a ser rechazado, a no ser digno y
actúa de igual manera totalmente inconsciente y automática.
Vamos por la vida llenos de automatismos, como el conducir o escribir a máquina. De igual modo tenemos automatismos en nuestra forma de
actuar, de sentir.. Y sufrimos por
tropezar con la misma piedra una y otra vez! yendo con el corazoncito roto o muy dolorido...
Te pregunto para que te des la respuesta aquí y ahora- ¿Cuáles son las
piedras de tu mochila?
- ¿Cuántas tienes...?
- ¿Cómo son...?
- ¿Qué puedes hacer para liberarte....?
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